Tener diabetes puede resultar abrumador. Hay muchas cosas a las que prestar atención, como controlar el azúcar en sangre, tomar la medicación, someterse a revisiones periódicas y mantenerse activo.
Pero, ¿sabías que también debes prestar atención a tus pies? Es verdad. Con la diabetes, los niveles elevados de azúcar en sangre pueden causar daños en los nervios, y los pies y las piernas son los más afectados.
Es importante mantener los pies sanos, detectar cualquier problema antes de que se agrave y buscar ayuda médica de inmediato si observa algún problema que no mejora.
Nos pusimos al día con el Dr. Craig Herman, Director de Podología de Community Healthcare Network, para saber más sobre la relación entre la diabetes y la salud de los pies, y para obtener algunos consejos sobre las medidas que puede tomar para mantenerse sano y evitar complicaciones graves.
¿No siente dolor? Eso es un problema.
Aproximadamente la mitad de las personas con diabetes desarrollarán algún tipo de daño nervioso porque los niveles elevados de azúcar en sangre pueden hacer que los nervios del cuerpo no funcionen correctamente.
«Cuando se tiene diabetes durante mucho tiempo, por ejemplo más de 10 años, o si la diabetes está fuera de control, los pies pueden empezar a perder la capacidad de sentir dolor y temperatura», dice el Dr. Herman. «Esto se llama neuropatía diabética periférica».
Imagina que no te das cuenta de que te han cortado porque no lo notas. Evitar el dolor puede sonar bien, pero el dolor está ahí por una razón. Te está diciendo que algo va mal y que prestes atención.
- Presta mucha atención a la salud de tus pies para poder detectar cualquier problema antes de que se agrave.
- Un problema grave en el pie puede empezar como algo pequeño, como un pequeño corte o una llaga. Si la herida no cicatriza correctamente y se produce una infección, puede ser necesario amputar (extirpar con cirugía) parte del pie, todo el pie o incluso parte de la pierna.
- Si una zona aparece enrojecida, hinchada, caliente, si siente presión en la zona o si desprende mal olor, busque atención urgente, normalmente en el plazo de uno a tres días.
- Si tiene una herida profunda o una llaga abierta en el pie, puede tratarse de una úlcera del pie. Si se infecta, la infección puede extenderse a otras zonas del pie e incluso infectar el hueso o llegar al sistema sanguíneo.
«Es importante identificar una úlcera lo antes posible», dice el Dr. Herman. «Si se tiene buena circulación y el problema se detecta en sus primeras fases, suele curarse rápidamente. Sin embargo, cuanto más se espere, más grave será la úlcera, y si la circulación es mala, la úlcera puede tardar mucho en curarse y provocar una amputación.»
Crear una rutina diaria para el cuidado de los pies
Practicar un buen autocuidado puede contribuir en gran medida a evitar los graves problemas en los pies que puede causar la diabetes.
- Revísate los pies a diario, aunque no sientas que te pasa nada. Recuerde que las lesiones nerviosas pueden hacerle perder sensibilidad. Puede que tengas un problema y no lo sepas.
- Fíjate bien en si hay cortes, hematomas, llagas, enrojecimiento, hinchazón o cualquier cosa fuera de lo normal, incluidos cambios en la piel o las uñas. Un pequeño corte puede no parecer gran cosa, pero puede convertirse en algo grave si no se trata, así que no lo ignores.
El Dr. Herman dice que lo más importante es mantener la zona dañada limpia y cubierta.
«No dejes que el aire lo seque», dice. «La herida debe limpiarse con agua y jabón antibacteriano, luego secarse, tratarse con una pomada antibiótica de venta libre y mantenerse cubierta».
- Sé minucioso. Utiliza un espejo de mano para comprobar los puntos difíciles de ver, o pide ayuda a alguien, por ejemplo a un familiar.
- Si una herida no muestra signos de infección -como enrojecimiento, hinchazón y aumento del dolor- pero no cicatriza, acuda al médico en el plazo de una o dos semanas. Lo ideal es que acudas a un podólogo, pero tu médico de cabecera, una clínica de atención urgente o un servicio de urgencias son adecuados si estás preocupado.
Conozca sus factores de riesgo
Cualquier persona con diabetes puede sufrir lesiones nerviosas, pero estos factores aumentan el riesgo:
- Niveles de azúcar en sangre difíciles de controlar
- Padecer diabetes durante mucho tiempo, especialmente si la glucemia es a menudo superior a los niveles deseados.
- Sobrepeso
- Tener más de 40 años
- Tener la tensión arterial alta
- Tener el colesterol alto
Medidas que puede tomar para mantenerse sano
Hay varias cosas sencillas pero eficaces que puedes hacer para proteger tus pies.
- No andes descalzo, ni siquiera dentro de casa. Hay muchas más posibilidades de lesionarse.
- Usa zapatos que te queden bien. Si te quedan demasiado holgados o demasiado apretados, hay más riesgo de que te dañen los pies. Lleva también calcetines.
- Lávate los pies a diario. Pero evita remojar los pies o frotarlos con jabón. Sécate bien los pies -incluso entre los dedos- inmediatamente después de lavártelos.
- Córtese las uñas de los pies con regularidad. Alise los bordes afilados y cree una línea recta a lo largo de la parte superior de la uña.
- Mantente activo. Esto ayudará a mantener el flujo sanguíneo en los pies.
- Hágase revisar los pies como parte de sus exámenes físicos periódicos. Su médico o profesional sanitario se dará cuenta de cualquier problema y actuará en caso necesario. La frecuencia de las revisiones depende de su nivel de riesgo.
- Riesgo bajo. Si no tiene problemas físicos, buena circulación, no pierde sensibilidad y su nivel de azúcar en sangre está controlado, debe acudir una vez al año para una evaluación.
- Riesgo moderado. Si tiene buena circulación, su diabetes está controlada y tiene sensibilidad en los pies, pero tiene problemas médicos que requieren más atención, puede ser necesario realizar visitas más frecuentes, por ejemplo una vez cada tres a seis meses.
- Alto riesgo. Debe ser visitado al menos cada tres meses, posiblemente más a menudo si tiene alguno o todos los problemas siguientes:
– diabetes no controlada
– pérdida de sensibilidad en los dedos o los pies
– mala circulación en los pies
– antecedentes de amputación o úlceras en los pies
– otros problemas de salud
Recuerde que tener diabetes no significa que vaya a desarrollar problemas en los pies, ni que vaya a perderlos. Practicando un buen autocuidado, sabiendo qué buscar y manteniéndose en estrecho contacto con su médico o profesional sanitario, puede poner de su parte para mantener los pies sanos.